sábado, 21 de febrero de 2009

Un cantante que mereció más éxito


La vida se va acabando y todo son señales de que se acerca el último precipicio. El cantante que idolatraba en mi pubertad murió de un derrame cerebral en la navidad del año 2007. Tarareé muchas veces "Lady in blue", abrigando la ilusión de que en mi vida futura apareciese una princesa azul hasta que comprendí lo injusto de la espera puesto que yo no era un príncipe. Recuerdo el viejo radiocassette donde grababa las canciones: "Make me an island" o "You belong to me". Su voz me recordaba la de Tom Jones. Tenía fuerza y modestia al mismo tiempo. No era una estrella al uso. Un locutor llegó a decir que había sido boxeador, probablemente debido a su nariz achatada. No sé si lo fue, ni si fueron difíciles sus comienzos. Lo único que sé es que me pareció un prodigio la primera canción suya que llegó por primera vez a mis oídos. Era clásica nada más oírla desde el principio. Y desde entonces resuena en mi memoria de vez en cuando, como si no pudiera borrarla del cerebro. No me cansa. Lleva la carga de la ilusión de los catorce años que tenía entonces. Me devuelve el calor de aquel verano del 75. Por eso es que la música no se trata sólo de sonido. Pesa sobre ella una carga emocional ineludible, se adhiere a una zona de tu vida como si formara parte consustancial de ti mismo.
Cuando murió Joe Dolan supe que mi fin estaba próximo. Sabía que el Andrés adolescente hacía mucho tiempo que llevaba muerto, pero todavía me sentía como un viejo fósil respecto de aquella época en la que él cantaba a las esperanzas que yo tenía depositadas en eso que llaman "el eterno femenino". Desde su fallecimiento sé que todo acabó y no queda esperanza ninguna. Solamente escucharlo como si viviera. Y sentir el dolor de su pérdida y la de mi juventud, que se desvanecieron como si estuvieran unidas.

Doutzen Kroes, top-model holandesa

LADY IN BLUE

Who´s that lady on her own?

I wish that she would look my way.

She just stands there on her own,

a painted smile upon her face.



Lonely lady dressed in blue,

may I have this dance with you?

Let me hold you in my arms.

Let the music fill your heart.



Now that I´m with you

wish this night could last forever.

Oh, my lady in blue,

if you only knew

that I was lonely, lonely, lady,

Oh, my lovely lady blue!

that I was lonely, lonely, lady,

if you only knew.



Will we ever meet again?

Or is this just a one night stand?

But as I hold you in my arms,

I wish this night will never end.


Oh, my lady, lady blue,

will you dance with me once more?

Let me hold you like before.

Let me hold you once again.




PRINCESA VESTIDA DE AZUL


¿Quién es esa mujer tan segura de sí misma?
Ojalá tuviera compasión y su mirada se fijase en mí.
Se limita a permanecer de pie, orgullosa de ser tan atractiva,
con una sensual sonrisa irradiándole en la boca.

Solitaria señorita vestida de azul como una princesa de cuento de hadas,
¿se dignaría vuestra majestad a concederle un baile a este mendigo?
Por lo que más quiera, déjeme probar el pecado de sostenerla entre mis brazos.
Déjese llevar por la cadencia de una música que colmará de dicha nuestros corazones.

Ahora que vuesa merced me ha concedido el privilegio de compartir esta danza,
¡cómo desearía que la noche fuera a durar para siempre!
¡Oh, princesita adornada con tules de seda,
si supiera lo solitaria que ha sido mi vida antes de conocerla!
¡Oh, princesita vestida con telas de azul celeste,
qué solitaria fue mi vida antes de que usted apareciera y no lo sabe!
¿Nos volveremos a reunir otra vez?
¿O lo que estoy viviendo será el espejismo de una sola noche?
Sólo sé que mientras la aprieto entre mis brazos
desearía que este momento nunca se acabase.


Joseph Francis Robert Dolan (Mullingar, 1939 - Dublín, 2007)

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