sábado, 27 de junio de 2009

El jacobino incorruptible


MAXIMILIANO ROBESPIERRE

Sólo reconocí en mi madre a la única reina,
mientras que mi padre fue un adúltero rey abdicante
como todos debieran hacer por haber sido farsantes
próceres de la patria. Estudié leyes con una beca
y odié el clasismo segregador de los aristócratas.

Mis orígenes son oscuros por haber quedado huérfano
de seis años, pero nací en Arras como ciudadano
libre de Francia. Amé a un descastado como Rousseau
que dio en considerar a los hombres cual si fueran buenos
por condición. Me uní a los jacobinos radicales
y con valor ascendí al gobierno revolucionario.

Dicen que sembré el terror y vertió sangre mi cosecha.
Murmuran de mí los mismos necios que ignoran cuánta gente
ha de morir para lograr que nazca un hombre honesto.

(De mi libro Breviario de fervores y rechazos, Madrid, Edición personal, 2006, 163 págs.)


Maximilien François Marie Isidore Robespierre

(Arras, 6 de mayo de 1758 - París, 28 de julio de 1794)


CITAS

"¿Hasta cuándo el furor de los déspotas será llamado justicia y la justicia del pueblo barbarie o rebelión?"

"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurreción popular es el más sagrado e indispensable de los deberes."

"Los países libres son aquellos en los que se respetan los derechos del hombre y donde las leyes, por consiguiente, son justas."

"La muerte es el principio de la inmortalidad."


ATRIBUCIONES

"El gobierno de la revolución es el despotismo de la libertad contra la tiranía."

"Porque siento compasión por los oprimidos, no puedo sentirla por los opresores."

"Si la virtud es perfecta, tal vez el hombre sea el imperfecto."


Los ciudadanos que aplaudían a los ajusticiados por orden de Robespierre, aplaudieron también cuando él mismo en persona fue conducido a la guillotina. Se disponía a denunciar más traidores contra la revolución. Los que temían aparecer en la nueva lista ordenaron al ejército que cargara contra él. Herido de bala en la cabeza durante una refriega en la Comuna de París, donde se refugió y trató de defenderse, lo capturaron y condujeron al patíbulo. Allí, en la actual Place de la Concorde, en el lugar donde vemos erigirse el obelisco de Luxor traído por Napoleón desde Egipto, fue decapitado junto con 21 de sus seguidores.

Plaza de la Concordia en París

3 comentarios:

  1. Cada noche Entro en su Blog y me "paseo por Paris y su historia.
    Adoro Paris,siempre fue mi debilidad, la he visitado nueve veces y volvere.

    Gracias por su "savoir faire" Andres.

    Una mujer

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  2. El pueblo no plaudió la ejecución de Robespierre, Sant Just y otros que les acompañaban. Según el testimonio de Lamartine había un completo silencio.

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  3. Según los datos que tomé de la Wikipedia se produjo un error: un grupo de vecinos creía estar aplaudiendo a los traidores a la Revolución que habitualmente enviaba el propio Robespierre al cadalso. No sabían que esta vez era el propio Robespierre quien iba a ser ejecutado junto a 21 correligionarios. Esta hipótesis encajaría con la posibilidad de que hubieran guardado silencio si supieran de quién se trataba. En todo caso, yo no estuve allí y no lo sé, pero creo que Lamartine era más un gran poeta que un historiador escrupuloso.

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