domingo, 6 de enero de 2013

El juego es el que en verdad juega con los jugadores

 
 
 RULETENBURG
 
"-Así pues, ¿aquí todos están esperando? -pregunté.
-Claro que sí: todos y todo. Hace ya medio año que eso es la única esperanza"
 
"No puedo sufrir nuestros periódicos rusos, en los que casi todas las semanas se habla de dos cosas: primero, de la extraordinaria magnificencia y el lujo de las salas de juego de las ciudades del Rin; y segundo, de los montones de oro que se ven en las mesas. En esas miserables salas no hay magnificencia alguna, y el oro, lejos de amontonarse en las mesas, más bien brilla por su ausencia"
 
"Por ridícula que pareciese esa idea de esperar tanto de la ruleta, todavía más ridícula es la opinión vulgar, tan generalizada, de que esperar algo del juego es estúpido y absurdo. ¿Por qué el juego es peor que cualquier otro modo de adquirir dinero, que el comercio, por ejemplo?"
 
"Como si no fuese lo mismo el interés pequeño que el grande. Es algo proporcional. Lo que para Rothschild es poco, para mí es mucho; y, por lo que se refiere a la ganancia, la gente, lo mismo en la ruleta que en todas partes, lo único que hace es quitar a otros lo que considera su ganancia"
 
"A primera vista, lo particularmente feo en toda esa canalla de la ruleta era el respeto hacia lo que estaban haciendo, la seriedad y hasta la devoción con que todos rodeaban las mesas"



 

"El auténtico caballero, aunque haya perdido toda su fortuna, no debe dejar traslucir emoción alguna. Claro que resulta muy aristocrático no advertir la suciedad de toda esta chusma y todo este ambiente"
 
"Hay que mirar alrededor con el convencimiento absoluto de que uno es mero observador y no pertenece de ningún modo a la plebe"
 
"El juego de la chusma, en efecto, es muy sucio. Diré incluso que aquí, ante la mesa, se producen muchos casos de robo corriente y moliente"
 
"¿Es que resulta imposible acercarse a la mesa de juego sin sentirse contagiado acto seguido de la superstición?"
 
"Enamorarse a los cincuenta y cinco años y tan apasionadamente es, sin duda, una desgracia. Añadid a ello la viudez, los hijos, la hacienda completamente arruinada, las deudas y, en fin, la clase de mujer de la que se ha enamorado"
 
"En las salas de juego había unas apreturas horribles. ¡Qué insolentes y qué ávidos son todos!"


Mayer Amschel Bauer Rothschild
(Fráncfort, 1744 - 1812)
El fundador de la saga financiera de los Rotschild

 "Me pareció que el cálculo propiamente significaba muy poco y no tiene en modo alguno la importancia que muchos jugadores le atribuyen. Éstos tienen ante sí unos papeles cuadriculados, observan las jugadas, cuentan, deducen las posibilidades, calculan, y por último, apuestan y pierden exactamente igual que nosotros, los simples mortales que jugamos sin calcular nada"
 
"En el catecismo de las virtudes y méritos del hombre civilizado de Occidente ha entrado históricamente, y casi como su punto principal, la capacidad de adquirir bienes"
 
"Mostramos gran afición a recursos como la ruleta, por ejemplo, que permiten enriquecerse de pronto, en dos horas, sin necesidad de trabajar en absoluto"
 
"Preguntas para qué necesito el dinero.
¿Cómo para qué? ¡El dinero lo es todo!"
 
"La satisfacción siempre es algo útil, y el poder salvaje e ilimitado -aunque sea sobre una mosca- también constituye una especie de satisfacción. El hombre es un déspota por naturaleza y le agrada hacer sufrir"




"En una casa de mala muerte pedí unos huevos fritos y vino; por este festín me sacaron un tálero y medio"
 
"Cosa rara: no había ganado aún y ya me comportaba, sentía y pensaba como rico, y no podía imaginarme a mí mismo de otro modo"
 
"Cuando la necesidad nos obliga, mantenemos relación hasta con personas que nos son odiosas"
 
"¡Nada de besos! No me gusta besar a los niños: todos están siempre llenos de mocos"
 
"Quien teme al lobo, que no vaya al monte.
¿Qué? ¿Has perdido? ¡Apuesta otra vez!"
 
"Una hora más tarde, a pesar de todos
nuestros intentos, lo habíamos perdido todo"
 
"Los jugadores saben que se puede estar casi veinticuatro horas jugando a las cartas sin desviar la mirada a la derecha ni a la izquierda"


 

"Experimentaba un placer irresistible en recoger y acumular los billetes de banco cuyo montón iba creciendo ante mí. Dentro de mí no había ideas. Sólo experimentaba un placer terrible, el placer del éxito, de la victoria, del poderío"
 
"Me había acostumbrado a apostarlo todo a una carta. Acaso era verdad que no había nacido para tener dinero y que el dinero me daba vértigo"
 
"Lo principal es la audacia"
 
"Dicen que es de mal agüero probar
fortuna dos veces en la misma mesa"
 
"La mayor parte de los ingleses
son toscos y carecen de elegancia"
 
"El francés natural es un ser impregnado por el positivismo más pancista, ruín y vulgar; en una palabra, es el ser más aburrido del mundo"
 
"Cuando tienen dinero, todos los rusos van a París"




"En París verás mujeres como nunca las has visto. ¿Te asusta? ¿Sabes que un mes de gran vida allí es mejor que toda tu existencia? ¡Un mes et après le déluge!"
 
"Al hombre le agrada ver a su mejor amigo humillado ante él; en la humillación se basa principalmente la amistad"
 
"¿Acaso eres rico? Desprecias demasiado el dinero"
 
"¡No, no era el dinero lo que deseaba! Lo único que quería era que al día siguiente todos esos Hintze, todos esos Oberkellner, todas esas señoronas de Baden hablasen de mí, contasen mi historia, se admirasen, me alabasen y se inclinasen ante mis nuevas ganancias"
 
"Vivo, claro, en una constante zozobra; juego muy poco y espero algo, hago cálculos, permanezco días enteros ante la mesa de juego y observo; el juego no me abandona ni en los sueños, pero me aprece como si me hubiera insensibilizado, como si permaneciese hundido en una ciénaga"

"En verdad, se experimenta una sensación muy particular cuando uno está solo, en tierra extraña, lejos de parientes y amigos, sin saber qué va a comer, y apuesta el último florín"

(Fragmentos tomados de Dostoievski, Fedor: El jugador, Barcelona, Salvat, 1982, (traducción de José Laín Entralgo), pp. 189]
 

GLOSARIO
 
Ruletenburg: Ciudad de la ruleta. Título que Dostoievski quería poner al libro, pero el editor consideró más comercial "El jugador".
Tálero: antigua moneda alemana de plata.
Oberkellner: jefe de comedor.
Et après le déluge!: ¡Y después el diluvio!
Rothschild: dinastía de ilustres banqueros judeoalemanes.
Hintze: apellido de nobles rusos.
Baden: ciudad del norte de Suiza famosa por sus aguas minerales termales que los romanos celebraban, disfrutaban y conocían por el nombre de "Aquae Helveticae".
 
Fedor Mijailovich Dostoievski
(Moscú, 1821 - San Petersburgo, 1881)

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