sábado, 14 de junio de 2014

Un poeta esencial, preciso, rotundo y memorable

 
Javier Almuzara
(Oviedo, 1969)
Escritor y poeta
 
A QUIEN ESTO LEYERE
 
Lector, yo no soy digno
de que entres en mis versos,
pero una ojeada tuya
bastará a reanimarlos.
Que no haya concebido
en vano estas criaturas
imperfectas depende
de otra vida: tu vida.
Se salvaría el alma
si en mi nombre haces tuyo
tanto renglón torcido.
No juzgues rectamente
sino mis buenas obras
y acógeme en el reino
donde más altas sombras
comparten tus vigilias,
que no habré levantado
un falso testimonio
si pones mis palabras
en tu boca. Lector,
tuyo es todo el poder,
mía sólo la gloria.
 
 
Javier Almuzara nos invita a navegar por sus páginas
para llevarnos al reino de un placer lector hechizante
 
LOS CONTENDIENTES
 
El éxito parece algo muy dulce
a los que nunca lo tuvieron.
El apreciar un néctar
requiere de lo amargo.
Ni una sola de aquellas Huestes Púrpura
que hoy esgrimieron la bandera
podría definir
tan claramente la victoria
como el vencido, moribundo,
en cuyos sordos tímpanos
estallaban agónicos y claros
los lejanos festejos del triunfo.
 
 
Javier, según sus propias palabras, es un poeta que escribe
sin trabas, pero después revisa, pule y corrige sin piedad
 
EL ESCRIBA SENTADO
 
Reposa en cristalino mausoleo
expuesto mansamente al homenaje
del que apenas vislumbra su viaje
por el Nilo del tiempo hasta un museo.
 
La mano prevenida, el cuerpo inerte,
esgrimiendo las armas del oficio,
ajeno a todo excepto a su servicio,
escriba ahora al dictado de la muerte.
 
¿Quién fue? ¿Quién es? ¿Qué escucha al otro lado?
¿Hombre o dios? ¿La minucia o el portento?
¿De qué deja constancia en el atento
papiro entre sus piernas desplegado?
 
Notario de los días del desierto,
da fe de que aún hay vida en lo que ha muerto.
 
 
"El escriba sentado"
(2480 - 2350 a. C.)
(Museo del Louvre)
 
RETIRO
 
Seguro de su gloria
expiró sonriente al recordar
que sólo le faltaba estar ya muerto
para ser inmortal.
Se durmió en los laureles
que el tiempo sabe cómo marchitar.
Dichoso aquél que en su soberbio estado
desconociendo la posteridad
se retira del mundo sin saber
que muere para siempre de verdad.
 
PRESENTES SUCESIONES
DE DIFUNTO
 
¿Qué tengo yo que ver con este viejo
que huele a olvido y vive del recuerdo
al ponerme de nuevo en su pellejo?
¿Quién me habrá dado vela en este entierro,
precisamente a mí, que ya estoy muerto?
 
 
Reunión en la que podemos apreciar (de izda. a dcha.) a los escritores Ángel González, Carlos Iglesias, Martín López-Vega, Javier Almuzara, José Luis García Martín y don Emilio Alarcos Llorach
 
INSTANTÁNEA, 1980
 
La escena es vagamente familiar.
Mis padres se parecen a sí mismos.
Mi abuela está tal cual
si aún estuviera entre nosotros.
Respecto a mí todo es distinto,
porque yo ya no estoy en esa foto.
 
SIRENA PARTENOPEA
 
Solo, desorientado,
entre calles confusas,
encuentro una sonrisa
que me indica el camino.
Ahora sí estoy perdido.
 
NÚMEROS ROJOS
 
Si en esto del amor
te salen bien las cuentas;
uno o dos de verdad,
tres o cuatro de paso,
un montón de flirteos
e infinitos fracasos,
después de hacer tus números
no tendrás más que deudas.
 
 
Almuzara ha reconocido el magisterio que han ejercido en él
escritores como Horacio, Fray Luis de León, Borges y Machado
 
VOX POPULI
 
Son comunes las voces que hablan en el poema,
el idioma les presta su música ligera
y además es la vida quien ha escogido el tema.
Si sale mal es tuyo, y si no, de cualquiera.
 
TAL VEZ
 
Bajo la nieve
la tierra no está muerta,
tan sólo duerme.
Tal vez con el deshielo
los de abajo despierten.
 
DESPUÉS DE TODO
 
Sé que la vida
es algo entre dos nadas.
¿Pero es igual
el silencio que hay antes
y después de la música?
 
 
Cuatro grandes poetas juntos: Ángel González, Jon Juaristi,
Luis García Montero y Javier Almuzara en la ciudad de Oviedo
 
BELLEZA INTOLERABLE
 
Todo mueve al asombro sostenido,
del vario y recurrente amanecer
a la insólita noche aún por caer;
y todo es nada, soledad y olvido.
 
La comedia carece de sentido
hasta que alguien le da razón de ser
porque tenemos algo que perder
perdiendo el escenario compartido.
 
La vida fracasaba en tus afueras
como una presa herida al descubierto.
Yo era feliz para que tú lo fueras.
 
Pero nada se pudre en tu reposo;
y eso es lo más terrible, porque has muerto,
y el mundo sigue siendo tan hermoso...
 
 
Jorge Luis Borges
(Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986)
En muchos versos de Javier Almuzara resuenan los ecos del gran maestro de maestros, y escritor entre los escritores, el argentino intemporal y semidivino de origen angloespañol
 
UNOS VERSOS REMOTOS
 
Vivió un tiempo en un tiempo ya vencido.
Su mundo es árida, erudita escoria.
Sus dioses están muertos, y en la gloria
del verso aún canta todo lo perdido.
 
Amó la proporción y la belleza
que dan forma y sentido a cada cosa.
Y dio en el corazón que no reposa
apuntando certero a la cabeza.
 
Quien puso el pensamiento y la medida,
geometría hecha luz como el diamante,
perdura en verbo y alma a su partida.
 
Mi destino es el suyo, llegar vivo
al lejano lector que en este instante
lee el remoto poema que ahora escribo.
 
[Poemas escritos por Javier Almuzara y publicados en el libro titulado Quede claro (Antología poética 1989 - 2013), Sevilla, Renacimiento, 2014, 1ª edición, (colección "Antologías", nº 69), (prólogo de Miguel D'Ors), pp. 159]
 
 
El diseño de la cubierta es de Marie-Christine del Castillo

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