viernes, 12 de febrero de 2010

La música que exhalaba la elegancia de un adiós


Mick Fleetwood, John & Chris McVie, Lindsey Buckingham y Stevie Nicks


SARA

Wait a minute, baby, stay with me awhile.
Said you'd give me light,
but you never told me about the fire.
Drowning in the sea of love
where everyone would love to drown.
But now it's gone. It doesn't matter anymore.
When you build your house, then call me home.
And he was just like a great dark wing
within the wings of a storm.
I think I had met my match. He was singing
and undoing the laces, undoing the laces.
Drowning in the sea of love
where everyone would love to drown.
And now it's gone. It doesn't matter anymore.
When you build your house, call me home.



Hold on, the night is coming
and the starling flew for days.
I'd stay home at night all the time.
I'd go anywhere, anywhere.
Ask me and I'm there because I care.
Sara, you're the poet in my heart.
Never change, never stop.
And now it's gone, it doesn't matter what for.
When you build your house, I'll come by.
Drowning in the sea of love
where everyone would love to drown.
And now it's gone. It doesn't matter anymore.
When you build your house, call me home.
All I ever wanted was to know
that you were dreaming.
There's a heartbeat and it never really died.

(Canción de Fleetwood Mac incluida en el disco "Tusk" publicado en 1979)


Stephanie Lynn Nicks
(Phoenix, Arizona, 1948)
La sutileza vocal de Fleetwood Mac



SARA

Espera un poco, cariño. Por favor, no te vayas.
Dijiste que me darías luz,
pero nunca me hablaste del fuego
necesario para alimentarla.
Estoy ahogándome en un mar de amor,
ése en el que a todos nos gusta ahogarnos.
El mío se marchó.
Ahora nada parece importarme.
Me gustaría hacerte saber
que en donde forjes un hogar
siempre podrás llamarme a casa.
Ella era como un manto oscuro protector
bajo el vendaval de una tormenta huracanada.
Yo pensé que había encontrado
a mi media naranja, la chispa que prendería la mecha
de nuestra vida en común, de nosotros como pareja,
pero lo que ella cantaba cuando estábamos juntos
era cómo ir deshaciendo los lazos que nos ataban.
Estoy hundido en las profundas aguas del amor
donde a todos nos encanta hundirnos.



Se marchó. Y no pasará nada.
Dondequiera que construyas tu casa
me gustaría que llamases a la mía.
La vida sigue y no debo rendirme.
La noche se cierne sobre mis días
que vuelan veloces como aves fugitivas.
Permaneceré enclaustrado o iré a donde ella quiera.
Tan sólo tendría que llamarme para acudir a su lado
porque es lo único que me importa en esta vida.
Sara, tú eres como un poeta dentro de mi corazón:
nunca cambies, nunca te detengas.
Ahora que te has ido, de nada sirve
preguntar hacia dónde o para qué lo hiciste.
Cuando formes una familia, iré a visitarla.
Me ahogo en un océano inmenso de amor
donde a todos nos toca ahogarnos.
Sara se ha ido y a nadie va a importarle.
Correr a su casa si me llama es mi esperanza.
Después de todo, lo único que desearía saber
es si ella, alguna vez, continuó soñando conmigo.
Al fin y al cabo, subsiste un latido en mi corazón
diciéndome que nuestro amor nunca se acaba.

(Traducción de Andrés González Déniz)

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