lunes, 26 de abril de 2010

El periodista pasional envenenado por la poesía


Antonio Lucas
(Madrid, 1975)

LOS NENES MALOS DEL "FURBO"

En el marasmo horterísimo del furbo siempre hay una descolgada que viene a alegrar las portadas sepia del día de ayer con la ganzúa de las tetas apuntando a la cuenta corriente de los jugadores, que suelen ser unos chavales en edad de boy scouts a los que la sangre les baila con más fluidez en las patas que en las sienes. Y espero no faltar a nadie.

Karim Benzema
(Lyon, 1987)

El caso es que esta semana una prostituta de lujo francesa -¿lujo? ¿eso?- ha cantado que cuando aún era menor se cepilló por una tela a Ribèry y Benzemá (voy a poner eso de presuntamente para dejar tranquila a mi novia). Ahora la vieja lolita de 18 años pide daños y perjuicios por la percusión. Es decir, busca guerra vía chantaje.

Zahia Dehar
(1992)

Normal en los submundos del hampa. Pero lo que aquí importa no es el tocomocho vaginal de la damita, sino el mal gusto de los pollos desplumados. No hay más que ver la acumulación de plexiglás que acumula el trofeo. Parece el cruce de una zodiac y una colchoneta de playa. Esto nos viene a señalar que los peloteros, los niñatos del furbo, lo mismo se hacen una mansión que nunca habitan del todo (eso es muy macarra), que se dejan lo que en Madrid otros cobran currando un mes para que les dé fiesta y vanidad un recuelo de Paris Hilton con ombligo de coña.

He aquí a la odalisca magrebí que trabajaba en un club nocturno parisino

No vengo a hacer tam tam moral con la salida de tiesto de los peloteros. Los domingos dejo la moral a remojo con las plantas de interior. No juzgo casi nada de lo que tiene que ver con las formas del placer, aunque no practique muchas de ellas. Cada cual a lo suyo. Pero sí me provoca una penosa gracia tanto de aquello que rodea a esos modelos imberbes que son los héroes del furbo.

Franck Ribéry
(Boulogne-sur-Mer, 1983)

Arrapiezos elevados a categoría de icono. Biblias con traje de Armani para adolescentes. El trucaje rápido del éxito. La mentira que enriquece a otros listos. Pero al final, de muchos de ellos sale lo que son: pandilleros a los que les arde la entrepierna y toman como juguete a una putilla de 17 años, porque la niña es más precoz que los mozos, más valiente, más diábolo, y sabe que en la escala social del sucio couché se cotiza bien eso de armarla con un famoso. Pero si lo piensas un minuto, todo termina siendo uno. De algún modo, ella es como ellos: un objeto de consumo. La misma hambre de triunfo. El mismo descoloque. Y además, todo el circo de la culpa se la suda. ¿Por qué no?

(Artículo de opinión escrito por Antonio Lucas y publicado en el periódico "El Mundo" el domingo 25 de abril de 2010)

La noche de París ya tiene otra Mata-Hari con un aire a lo Belén Esteban

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