sábado, 23 de enero de 2010

La cantante que nunca debió pasar de moda



NO SABES CÓMO SUFRÍ

Yo me vi rodeando el mundo.
Yo me vi rodeándolo por ti.
No sabes cómo sufrí.
El agua no me saciaba,
el pan no me alimentaba y...
no sabes como sufrí.


Ya no llora el mundo,
no sabe llorar, no sabe llorar.
Soy un vagabundo
y puedo cantar,
sólo puedo cantar.



No me quedaban palabras
ni mi voz podía expresarse y...
no sabes cómo sufrí.
A la gente no comprendía,
el mundo a mí no me entendía y...
no sabes como sufrí.
Ya no llora el mundo,
no sabe llorar, no sabe llorar.
Soy un vagabundo
y puedo cantar,
sólo puedo cantar.



ALELUYA DEL SILENCIO

Escuchad el aire,
cuando en la mañana azul,
todas las estrellas duermen
al nacer la luz.
Cuando el arco iris llora,
sólo el aire escucharéis.
Llamas que no queman, rezaré.

Todo corre deprisa, sin ver,
nada despide color.
Nuestras manos sólo piden amor.
Nuestras voces gritarán
y unidas siempre cantarán:
aleluya, aleluya, aleluya.

Para los que sufren
al otro lado del mal.
Los niños que lloran
sin saber por qué llorar.



Para los que pasan hambre,
para los que tienen sed:
llamas que no queman, rezaré.
Salmos encendidos
como ríos secos van.
Sólo en campo verde
crecerán.



CANTA CIGARRA

A veces, algunas veces,
el cantor tiene razón,
no sólo es su corazón
lo que sale por su boca,
son los ecos que en el aire
ha dejado el labrador,
la mujer, el oprimido,
es el llanto del nacido,
los ecos de su canción.

A veces, algunas veces,

el cantor tiene razón
y busca en algún rincón
la llave de la esperanza
y a quien le escuche, le calma,
si no es el hambre del cuerpo,
sea el hambre del dolor.



Poeta de puerta adentro,
espectadora dormida,
nadando sola en el río
no pasa nada en tu vida.
Cigarra, canta cigarra,
que ya está llegando el día.

A veces, algunas veces,

el cantor tiene razón,
aunque tape el nubarrón
la alegría de la vida.
De un día nace otro día
y a esa fuerza no la matan
aunque maten al cantor.



N'A VEIRIÑA DO MAR

Ojos verdes son traidores,
ojos verdes son traidores,
azules son mentireiros,
los negros y acastañados
son firmes y verdadeiros.

N'a veira, n'a veira do mar.
Hay una barquiña
para ir a navegar.
N'a veira, n'a veira do mar.

Cinco sentidos tenemos,
cinco sentidos tenemos,
los cinco necesitamos,
pero los cinco perdemos
cuando nos enamoramos.

N'a veira, n'a veira do mar.
Hay una barquiña
para ir a navegar.
N'a veira, n'aveira do mar.



No sé qué verán los mares
no sé qué verán los mares,
miro sin ver lo que veo,
pero a pesar de no verte,
sé muy bien cómo te quiero.

N'a veira, n'a veira do mar.
Hay una barquiña
para ir a navegar.
N'aveira, n'aveira do mar.

Hoy te vi pasar el río,
hoy te vi pasar el río,
con trociños de madeira.
¡Ibas tan remangadiña
al pasar por la ribeira...!

N'a veira, n'aveira do mar.
Hay una barquiña
para ir a navegar.
N'aveira, n'aveira do mar.

No vengo para cantarte,
no vengo para cantarte,
aunque me estés esperando,
que tu ventana y la mía
por cantar están llorando.


María Dolores Ortiz Espila
"María Ostiz"
(Avilés, Asturias, 1944)

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