martes, 5 de enero de 2010

Alguien al que aferrarse cuando todo está manido


Martín López-Vega
(Llanes, Asturias, 1975)

EL INSTANTE

Desengañémonos. No existe este instante.
Ningún instante existe. ¿Ves el gesto
de mis manos? ¿Escuchas las palabras
que digo ahora ? No son nada, o son sólo
polvo viejo en el ataúd de la memoria.

Lo que digo ya lo he dicho. La mano
que te acaricia, te acarició. Todo pasa
tan rápido que no nos damos cuenta de que pasa:
no vemos el instante, tan sólo su estela.

(Y, sin embargo, parecía tan demorado
aquel sol de agosto, tan infinitos sus labios,
una voz decía en un susurro: Para ti
he amarrado los perros salvajes del tiempo...)

Mientras piensas que vives has dejado de hacerlo.



CUANDO LLEGA LA TARDE

Cuando llega la tarde me escondo en los cafés
y ante el cristal van pasando otros
que fui yo antes, que sigo siendo cuando estoy solo.

A veces intento salir tras alguno de ellos
para preguntarle qué fue de mí, dónde me dejó,
qué rumbo llevaba, pero cuando llego a la calle
ya se han marchado. Suelen ir acompañados
de hombres y mujeres que también conozco,
que miran al interior del café y me saludan,
y no me llegan sus palabras ni sus silencios,
ni sus risas ni el distante aroma de sus cabellos,
tan sólo su vacío cuando se han ido de nuevo.

Un día será este yo de ahora
el que pase solo ante el cristal del café
y mirará hacia dentro sin encontrar a nadie.



MINIATURA PERSA

Como en una de aquellas miniaturas persas
que colgaste de tu cuarto en Estrasburgo
bebemos sentados en el suelo
y nos embriaga el corazón una pena dulce.

Gozamos del instante con melancolía:
sabemos que terminará con el alba
y aunque la próxima noche lo devuelva
será ya otro muy diferente.

Hoy no está entre nosotros el deseo:
cuando se acabe el vino cada uno volverá a su cuarto
o tal vez durmamos aquí todos
la vigilia agridulce del tiempo que se va.

Llena de nuevo mi vaso. Hoy no existen las horas tristes
aunque se oculten en lo más hondo del corazón
y en el fondo de nuestras risas anide la nostalgia.

Bebamos y hablemos del presente,
y cuando por un momento nos quedemos en silencio
oiremos las risas de quienes ya se fueron.

(Poemas extraídos del libro de Martín López-Vega titulado La emboscada que publicó en 1999 DVD Ediciones en la multitudinaria y misteriosa ciudad de Barcelona)


3 comentarios:

  1. Excelentes los poemas que nos acercas en este día, es un placer siempre visitar tu espacio.

    Gracias por compartirlo.

    Cálido abrazo.

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  2. Me gustan, monsieur. En especial los dos ultimos.
    Y que evocadora imagen ha puesto usted, la del café de l'Opera. Muy bien elegido.

    Felices reyes, monsieur. Espero que sean generosos con usted.

    Bisous

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  3. Buenas noches Andres ya estamos caminando por un nuevo año,solo unas palabras para desearle lo mejor durante este 2010.

    Una mujer

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