sábado, 31 de enero de 2009

C. F. SARDINA 0 - U. D. TEROR 4



U. D. Teror


Titulares del periódico "Canarias 7"


Orlando, Darío, Marco Antonio y Alberto luchando



El equipo del Teror en la categoría cadete ha escrito hoy una de las páginas más brillantes en la historia deportiva de la Villa Mariana. Ha hecho explotar el júbilo de la celebración de los goles en campo contrario. Se ha tomado la revancha de la derrota sufrida ante el CF Sardina en la primera vuelta por 0 a 1. Ha controlado los tiempos del partido y dominado la posesión del balón como si fuera el FC Barcelona. El día se presentaba soleado y cálido, pero nada hacía presagiar que fuéramos a darle un baño de agua fría al equipo que históricamente ha sido cuna de jugadores estupendos. Simplemente convertimos el estadio en un incendio de buenos pases, conducción de balón, recuperaciones y remates a puerta. La temperatura futbolística subió a los 100 grados en la escala Celsius.


Bandera de Teror

Alberto vigilante y Marco Antonio disputando un balón


Estadio "El Pino"

Cuando me dirigía en coche hacia el faro de Sardina del Norte esperaba una derrota. Pensaba que, de todas formas, había que encarar el fracaso dándole la cara, porque se aprende más de los errores que de los aciertos. No me imaginaba lo que iba a ocurrir. La vida suele sorprenderte cuando menos te lo esperas. Es uno de los motivos que me impulsan a creer en dioses protectores como los que cuidaban de los hogares romanos. Incluso en la Virgen del Pino, patrona y consuelo de todos los grancanarios. El día de hoy me deparaba un regalo del cielo: la UD Teror iba a jugar como nunca lo había hecho, sin ni siquiera descomponerse cuando se realizaron los cambios.


Virgen del Pino


Cuando comenzó el encuentro ya me sentía extrañado. Qué raro. Dominábamos, creábamos ocasiones, hasta el portero Marcos salía con seguridad y atrapaba los balones. Sólo padecimos una ocasión clara de gol que se fue rozando el larguero, pero cuando eso ocurrió ya íbamos delante en el marcador ganando por 0 a 1. Durante el toma y daca inicial parecía que iba a llevarse el gato al agua quien fuera capaz de marcar primero. Y entonces volvió a ocurrir el milagro por parte de quien ya nos tiene acostumbrados a separar las aguas del mar Rojo cuando el caudal de fútbol se pone espeso y turbulento. Apareció Darío El Grande, Darío El Conquistador, Darío El Crack del Futuro, Darío El Fenómeno, Darío El Mesías de Teror, Darío El Imparable. Se llevó a uno, dos, tres, cuatro, cinco jugadores, y al portero alto que tenía enfrente le coló con un tiro a media distancia un balón cuyo efecto de fuera hacia dentro, disparando hacia la derecha, entró trazando una perfecta elipse por toda la escuadra. Un gol maravilloso. Una lección de pundonor, capacidad técnica, preparación física, fuerza, velocidad y clase. Este muchacho luego marcaría otros dos goles más al estilo de Bojan Kiric, yéndose de sus marcadores y picando la pelota a la salida del guardameta para burlarlo por arriba. Creo que es el tercer "hat trick" que logra durante esta temporada y puede que me quede corto, porque raro es el partido en que no marca uno o dos goles, así que tanta capacidad goleadora me satura. Es impresionante que sobre un interior ofensivo como él recaiga casi todo el peso de perforar las mallas. Es asombroso cómo resurge, se abre paso donde parece que no hay nada, se va de los defensores curtidos que van a cazarle, enfila la portería y marca. En todos los campos que pisa le hacen entradas asesinas. Lo que fue Mike Tyson al boxeo es Darío para el fútbol. Va a noquear, se dirige derecho a la portería. Ya no pienso que su sitio esté en el filial de la Unión Deportiva Las Palmas. Esta joven promesa debería estar en La Masía del Fútbol Club Barcelona. Fue otra vez la gran figura del encuentro. El hombre desequilibrante. De ahí que sea justo calificarlo como un crack, porque eso es lo que distingue a los que de verdad son gigantes en el fútbol.


Escudo de Teror



Cristian, el pulmón del equipo


Ayuntamiento de Teror


Mención aparte merece otro deportista que ha renacido de sus cenizas. Se llama Claudio. Empezó la liga desasistido como delantero centro clásico. Solitario arriba, sin apoyos, sólo balones largos con toda la ventaja para que despejaran los defensores. Pero héte aquí que de pronto Claudio retrasa su posición al centro del campo. Qué cambio. Desde entonces el Teror parece que tuviera una máquina de hacer fútbol. Hace dos jornadas se erigió en la figura absoluta del equipo, en otros compromisos estuvo notable, pero lo de esta mañana ya fue el colmo: hubo momentos en que creí estar viendo al Zinedine Zidane de la Juve. Este jugador a partir de ahora habrá que considerarlo como tres en uno porque controla, reparte juego y encima recupera balones. Tiene la gran ventaja de haber sido un ariete goleador cuando niño, por lo que cuando sube arriba sabe marcar goles. Es lo que le pasó a José Mari Bakero en su carrera futbolística, comenzó de "9" en la Real Sociedad y en el Barça se adaptó a la línea media, teniendo además un remate mortífero. Claudio es un jugador con destellos de futbolista de primera línea, un joven con una gran pasión por el fútbol. Se está convirtiendo en un comodín polivalente y adaptable a cualquier puesto, porque este muchacho bebe y vive el fútbol todos los días. Yo diría que incluso sueña por las noches con que es una estrella y merece conseguirlo. Sé que el camino es arduo y está lleno de lesiones y rivales que aspiran a lo mismo. A mí no me importa que Claudio no llegue a lo más alto porque para mí ya está arriba. Fue el mejor jugador de su generación en la categoría de los "pre-benjamines" y hoy es un futbolista sobresaliente en todos los aspectos. Si no alcanza a brillar como un fuera de serie es porque los rivales también juegan y son duros. Lo increíble es que no le veo ningún defecto, porque hasta en la condición física está mejorando, y ése era el único punto donde creía que podía superarse a sí mismo. Sus movimientos ahora son más rápidos si cabe que al principio de la temporada, es más veloz en las decisiones que toma y su resistencia aeróbica es tan óptima que rinde lo mismo en el primer minuto que en el último. Por raro que parezca, hasta parece crecerse según el cronómetro avanza y se calienta el partido. Yo estuve enamorado de él cuando lo veía jugar de pequeño y me asombraba cómo con sus regates sobrepasaba a todos los rivales que se le ponían por delante. Se echaba el equipo a la espalda él solo y marcaba los goles. Creía entonces que estaba en presencia de un nuevo Johan Neeskens o un Luis Enrique. Hoy juega como si fuera una mezcla del rubio Gudjonsen y el moreno Yayá Touré. Tiene la voluntad del primero y la calidad del segundo, pero es más rápido que los dos juntos.

Basílica de Teror

Como guinda final del partido vi con incredulidad, temblor y emoción cómo mi hijo Rubén sentenciaba el encuentro marcando el primer gol de su vida en partido oficial y el que venía a suponer a la postre el cuarto del equipo. No puedo decir más que si lloré de alegría cuando Darío anotó el tercero, volví a llorar como un niño al ver hacer a mi hijo lo que yo no conseguí nunca porque jamás tuve equipo. Todavía me pregunto cómo pudo tener la fe de que iba a llegar al balón que rechazó en corto el portero. Todavía no me creo que no disparara al bulto. Todavía estoy viendo entrar la pelota y cómo sacude el polvo a la red de la portería. Todavía no me lo puedo creer. Pero que nadie me despierte. Es un sueño que quiero seguir disfrutando y recordar siempre mientras siga vivo.


Calle Real de la Plaza

3 comentarios:

  1. Hola Andres.
    Después de ver tu texto, sólo te tengo que decirte que después de la conversación que tuvimos en Arucas, cuando me comentaste que tú hijo era un paquete,yo sólo te comenté que como jugador novél teníamos que darle tiempo. Hoy el tiempo me ha dado la razón y como te dije hay que dar tiempo al tiempo para valorar a la gente
    en el tema del fútbol.
    Has destacado a dos jugadores y creo que te has olvidado de una gran defensa y unos jugadores que sin ser grandes figuras porque su trabajo es sordo y no se vé, mantienen el equipo y son la espina dorsal de éste, ( Joel. Marco Antonio , Carlos,Alberto, Raico y como no, mi hijo cristian). Pienso que el fútbol es un juego de equipo y antes de que un jugador marque un gol o un gran gol siempre hay unos jugadores que han elaborado ese momento de gloria.
    Un saludo y ya hablamos el Sábado.

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  2. Antonio, no escribí sobre más jugadores porque si lo hago no termino nunca. Además, tengo proyectado hacerlo sobre cada uno por separado, pero antes necesito sacarles fotos. También ocurre que me gusta dejarme llevar por el corazón cuando escribo. Esta vez destaqué a Darío y a Claudio, pero hay otros jugadores a los que he llenado de elogios (como Cristian, Joel y Alberto) sobre los que escribiré en el futuro.

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